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martes, 26 de octubre de 2010

DESPEDIDAS DE SOLTERA EN EL RESTAURANTE HIMALAYA


En este precioso restaurante pakistaní podrás celebrar todas tus reuniones, fiestas, cumpleaños, y demás entorno a una excelente comida y un personal atento y profesional. Está en la Costanilla de los Angeles, 18, junto a la plaza de Santo Domingo.
El baile, por supuesto, lo pongo yo!! En esta foto, junto a mi, Raquel y sus amigas disfrutando de lo lindo!!!

lunes, 25 de octubre de 2010

FEMINIZAR LAS RELACIONES Y LA SOCIEDAD

   Para algunos autores, como Manuel Lucas Matheu, "ha llegado el momento de feminizar la sociedad, de que las mujeres adquieran más protagonismo, especialmente en lo que respecta a la manera de vivir el sexo y la afectividad".
Feminizar consiste, en palabras de este autor, en que lo femenino adquiera un mayor protagonismo en todos los aspectos, pero especialmente en todo lo que afecta al poder. En una sociedad más feminizada el papel de la mujer debe ser más relevante en las estructuras de poder, las relaciones interpersonales y las relaciones sexuales, sin caer en la tentación de imitar al modelo masculino.
En cuanto al papel del hombre en una sociedad más feminizada, el autor afirma que "los hombres tenemos que cumplir con un patrón que erróneamente se equipara a la masculinidad, y que se concreta en más rigidez gestual, menor expresividad de los sentimientos, más dureza relacional, mayor demostración de poder y de fuerza, y un excesivo protagonismo falocrático en las relaciones sexuales, que va mucho más allá de nuestra esencia y de lo que realmente somos; es necesario, por lo tanto, deconstruir la actual "normalidad" masculina.

FEMINIZAR LAS RELACIONES AFECTIVAS

 

sábado, 9 de octubre de 2010

EL CULTO AFRODITA

 Las Diosas del amor y de la sexualidad

Una figura arquetípica central para la sexualidad femenina es la de la Diosa del Amor y la Sexualidad llamada de diferentes formas: Inanna, Isthar, Afrodita, Astarté (la del útero). El deseo es considerado sagrado y es inspirado por estas diosas tanto entre humanos como entre animales. Estas diosas manifiestan su deseo de manera activa. Un antiguo himno Isthar recita: “Yo devuelvo el macho a la hembra, yo soy la que embellece el macho para el macho”. Una característica de estas diosas es su virginidad, entendida como integridad, la que a la vez tienen amantes, pero sin ser definidas por su relación con el varón.
No aparecen como esposas de un dios, sino que ellas son las diosas por derecho propio ligadas a un hijo-amante que es sacrificado para volver a resucitar de nuevo
cada primavera, simbolizando los ciclos de la vida vegetal y su paralelismo con la vida-muerte de los seres humanos
.

Toda la mitología que rodea a estas diosas y sus amantes es muy interesante a nivel simbólico y está ligada a la transformación y los procesos de muerte-renacimiento. Jean Sinoda Bolen considera a Afrodita como una diosa alquímica de gran valor en los procesos de maduración psicológica a partir de nuestra capacidad de relacionarnos de manera profunda con otro ser humano y también a través de la creatividad.

Ligado a los cultos en los templos a las diosas del amor aparecen las llamadas “Prostitutas sagradas”, aunque el nombre no es muy afortunado, ya que no tiene que ver con la prostitución tal y como hoy la conocemos. Las mujeres se ofrecían como parte de un acto en honor a la diosa en el contexto de rituales,
danzas extáticas, haciendo el amor con extranjeros que llegaban a la ciudad. En ese momento, de alguna forma, las mujeres personificaban a la diosa. Los rituales
seguramente tendrían similitud con los rituales tántricos.
                                            

Al parecer, estos rituales se remontaban al neolítico, donde se celebraba el matrimonio sagrado, que reconocía la sexualidad como el poder de regeneración necesario para propiciar la fertilidad y el bienestar de la comunidad. En determinadas épocas del año, los humanos hacían el amor sobre los campos, para apoyar el crecimiento de las plantas. Lo humano y la naturaleza están estrechamente comunicados, y el estado del mundo tiene que ver con el estado de las relaciones. Estas sociedades eran bastante igualitarias y parece ser que bastante pacíficas. La opresión de las mujeres, la represión de la sexualidad femenina y la explotación de la naturaleza son procesos que se dan simultáneamente durante la paulatina instauración del patriarcado. La materia es considerada impura y el cuerpo se va separando del espíritu.

viernes, 8 de octubre de 2010

EXPRESAR NUESTRA NATURALEZA DE AFRODITA A TRAVES DE LA DANZA DEL VIENTRE: CREATIVIDAD Y SENSUALIDAD.




Cuando se degrada la sensualidad y la sexualidad en las mujeres, como en las culturas, judeocristiana, musulmana y otras culturas patriarcales, la mujer que encarna a "Afrodita, la amante” es considerada como una tentadora o una prostituta, por lo que este arquetipo, si se expresa puede enfrentar a una mujer con las pautas generales de moralidad.
Si se suprime la sexualidad y la sensualidad de la conciencia el resultado es perder el contacto con una parte esencial del yo real, junto con la vitalidad y la espontaneidad.


El Mito de AFRODITA

Afrodita es la diosa del amor y la belleza, y se identifica en Roma con la antigua divinidad itálica Venus. Según una tradición es hija de Urano y según otra de Zeus y Dione.

En la mitología griega, Afrodita es la diosa del amor, el sexo y la belleza. Sus poderes son inmensos: protege a los esposos, fecunda los hogares y está presente en los partos. También simboliza la pasión desencadenada que destruye las uniones legítimas e incita a los mortales a toda clase de voluptuosidades y vicios. Sus atribuciones son los secretos de las doncellas, las sonrisas, los engaños, el placer, el amor y la dulzura.

Para la analista jungiana Jean Bolen, autora del libro Las Diosas de cada Mujer, Afrodita era una diosa alquímica, una cualificación adecuada para el proceso mágico y el poder de transformación que ella, por sí sola, poseía. Era la más bella e irresistible de todas las diosas, y tuvo muchas aventuras y descendencia. Creaba amor y belleza, atracción erótica, sensualidad, sexualidad y nueva vida. Entablaba relaciones por voluntad propia y nunca fue victimizada, siempre mantuvo su autonomía como diosa virgen y tuvo relaciones como diosa vulnerable. Inspiraba la poesía y el discurso persuasivo, y simboliza el poder transformador y creativo del amor. En todas sus relaciones, los sentimientos de deseo fueron recíprocos, y valoraba más la experiencia emocional con los demás que su independencia de ellos o los vínculos permanentes.

El arquetipo

El arquetipo de Afrodita rige el disfrute del amor, la belleza, la sensualidad y la sexualidad en las mujeres. Este arquetipo impulsa a las mujeres a realizar la función creativa y procreativa. Las relaciones son importantes pero no como compromisos a largo plazo con otras personas, ya que busca consumar relaciones y generar nueva vida. Este arquetipo puede expresarse a través de la relación física o de un proceso creativo. Lo que valora es puramente subjetivo y no puede medirse en términos de éxito o de reconocimiento. Es un arquetipo de Afrodita motiva a las mujeres a perseguir intensamente las relaciones más que la permanencia, a valorar el proceso creativo y a estar abiertas a cambiar.
Cualquier cosa o persona que sea impregnada por la belleza de afrodita es irresistible. Se produce una atracción magnética, una “química” entre dos personas que desean la unión por encima de todo. Sienten el impulso de acercarse y de conocer al otro. Aunque este ímpetu puede ser meramente sexual, el empuje suelen ser más profundo y representa un impulso psicológico y espiritual. El deseo de conocer y de ser conocido es lo que produce afrodita.
La conciencia de afrodita está presente en todo trabajo creativo, incluyendo el que se hace en soledad. En este caso el diálogo de relación se encuentra entre la persona y el trabajo, del cual emerge algo nuevo. Se trata de una interacción entre el artista y el vacío, a partir de lo cual se crea algo que previamente no existía. Para la autora, tanto en la buena comunicación como en el proceso creativo existe una interacción, y el descubrimiento o nacimiento de algo nuevo es un elemento clave en la creatividad y en la comunicación.

Afrodita, La Diosa

Afrodita, diosa del amor y de la belleza, era la más bella de todas las diosas. Rebosaba un irresistible encanto (Homero) y poseía un cuerpo grácil y sensual. Se la asociaba con las palomas, las aves del amor que arrullan, con los cisnes, conocidos por su belleza y por su manera de emparejarse, y las rosas, el regalo tradicional de los amantes.

Se casó con Hefestos, dios cojo de los artesanos, y su matrimonio puede representarse como la unión de la belleza y de la artesanía, de la cuál nació el arte.

Cómo se manifiesta:

• Fuerza para el cambio
• Creación de algo nuevo
• Pasión
• Deseo de intimidad sexual
• Relación corporal
• Creatividad


El cultivo de Afrodita

Afrodita es el arquetipo más involucrado en la experiencia sensual o sensorial, por ello cualquier experiencia centrada en el aqui y ahora y de agudeza de percepción requiere de su presencia.
Las actitudes críticas y de culpabilidad erigen obstáculos al disfrute de hacer el amor o de hacer arte. Tales obstáculos surgen cuando las personas tienen una prohibición contra el placer, el juego y otras actividades “no productivas”, lo mismo que contra el sexo. Muchas personas juzgan la búsqueda del amor y de la belleza como algo frívolo cuanto menos, o pecaminoso.
Cuando las mujeres ven el valor de Afrodita e intentan desarrollar este aspecto en ellas mismas, dan un paso mental fundamental para activar este arquetipo. Después necesitan darse tiempo y la oportunidad para que se desarrolle Afrodita; quizás a aprendan a dar y recibir masajes, o tomen clases de danza del vientre para estar a gusto con su cuerpo y disfrutar del mismo, requisito previo para gozar haciendo el amor.

La cultura apoya una serie de diosas a través de una serie de papeles que permite hacer a las mujeres, y que desembocan en los estereotipos con imágenes positivas o negativas. En las sociedades patriarcales, los únicos roles aceptables suelen ser los de la doncella, la esposa y la madre. A Afrodita se la condena como la “puta” o la tentadora, que constituyen una desvalorización de la sensualidad y de la sexualidad de este arquetipo, y, en consecuencia, de la mujer.

Afrodita en la mujer madura

Afrodita aporta vivacidad a la psique, una vivacidad que imbuye a la vida de amor y belleza y que potencia la capacidad de vivir el presente. Los aspectos sombríos de este arquetipo, como el ignorar las consecuencias de sus actos, ya que sólo existe el presente así como traicionar la confianza y la fidelidad, tiene como consecuencia la supresión de Afrodita, que es lo que suele suceder, o buscarle un lugar en el ámbito de la creatividad, el trabajo, la imaginación y el matrimonio.
La Afrodita que envejece bien lo consigue porque ha cultivado su sabiduría y el arquetipo ya no guía su conducta pero tampoco la ha abandonado. Esta mujer conserva la capacidad de fascinarse con la belleza que aprecia en el mundo y en las personas, saborea la experiencia y por tanto disfruta de la vida. Su capacidad de vivir el presente, que le dio problemas en su juventud, se convierte en un don positivo que le otorga calidad de vida a la jubilación y a la vejez. Al margen de la edad esta mujer es sensual.

La sensualidad de Afrodita se halla en disfrutar de la buena mesa, del sexo pleno y de un buen masaje. Ser sensible a la experiencia es una faceta característica de las mujeres que valoran la experiencia sensorial de la vida. Afrodita admira la belleza y ama lo que contempla, cualidades que nos hacen sentirnos vivos. La capacidad de enamorarnos de personas, objetos o lugares no desaparece con la edad siempre y cuando Afrodita siga manteniéndose activa.

Los años de madurez también dan tiempo para desarrollar los aspectos creativos de Afrodita cuando hay más tiempo para cultivar las aficiones al hacer remitido los papeles de madre, esposa, trabajadora y ama de casa “malabarista”.
En nuestra cultura no se espera que las mujeres de edad avanzada se enamoren o se muestren sexys o sensuales. Sin embargo, este arquetipo puede florecer otra vez a los 60 o 70 años o surgir por primera vez, Según la autora, en su propia experiencia con sus pacientes ha observado que, a cierta edad, la magia de dos personas que se enamoran se centra más en la belleza del alma que en la de los cuerpos.


Creatividad

Afrodita constituye una fuerza tremenda para el cambio; a través de ella fluye la unión, fertilización, incubación y el nacimiento de una nueva vida. Lo mismo se da en un proceso creativo. El producto de esta creación puede ser tan abstracto como la unión inspirada de dos ideas que posteriormente dan a luz a una nueva teoría. El trabajo creativo surge de una implicación intensa y apasionada: casi como un amante, la artista interactúa con “lo otro”, ya sea una pintura, una forma de danza, una composición musical, una esculetura o una una nueva teoría o invento, que durante un tiempo es completamente absorvente y fascinante. La creatividad también es un proceso “sensual” para muchas personas, al ser una experiencia sensorial del momento, que abarca el tacto, el sonido, las imágenes, el movimiento y a veces el olfato y el gusto. Un artista sumergido en un proceso creativo, lo mismo que un amante, muchas veces descubre que todos sus sentidos son potenciados y que recibe impresiones de la percepción a través de muchos canales. Mientras trabaja en una imagen visual, una fresa verbal o un movimiento de danza, pueden interactuar múltiples impresiones para crear el resultado final. Afrodita, como esfuerzo creativo, puede implicar a una mujer en un intenso esfuerzo creativo tras otro.

Objetivo de las Clases de Danza del Vientre Consciente

• Despertar el cuerpo.
• Sentirlo.
• Estar a gusto con él.
• Expresarse a través de él.
• Conectar con la creatividad.
• Desarrollar la complicidad y la capacidad de jugar con otra persona.
* Despertar la conciencia del útero y de su latido.
• Sentir la feminidad

 Material necesario:

Pañuelo naranja para la cadera
Esencia de rosa o jazmín
 
Estructura:
 
1.Ritual: vela naranja. Respiramos lentamente el color naranja hasta nuestro vientre. Música relajante – 10 min.
2.Invocación al arquetipo: “Afrodita, enséñame a amar, a ser amada y a disfrutar de mi cuerpo – 10 min.
3.Calentamiento y disociación del cuerpo – 10 min.
4.Movimientos de danza del vientre para activar la energía sexual.
5.Baile libre – 20 min.
6.Relajación y masaje del chacra sacro con jazmín y rosa para equilibrar la energía – 10 min.
Objeto que represente la sensualidad.